Mi cliente sacudía la cabeza y negaba sin dejar de mirar al sofá de su hija, ya desclavado.
- Pero si no tiene ni ocho años y ahora quiere quitar el orejero y poner una chaise longue..., eso se puede hacer, ¿no, Pedro...?.
- Si claro, le quito ese brazo y le acoplamos la longue chaise.
- ¿El que...?.
- La chaise longue.
- Joder Pedro, no me lies que bastante disgusto tengo, con lo bien que quedó el orejero que le hice..., ahora dice que se quieren tumbar los dos en el sofá..., y el marido es mas alto que tu.
Pepe sigue con cara de disgusto y arqueando las cejas, se muerde las uñas y murmura mientras hablamos de las medidas. No termina de enteder que su hija quiera cambiar la decoración del salón tan pronto, si tan solo han pasado ocho años.
- Quedará bien, ¿no...?.
- Claro que si, la moda de las chaise longue ya lleva tiempo y sin embargo todos las años vuelve a aparecer en los catálogos y en las revistas de decoración.
- Bueno..., pues hazla cuanto antes, que tengo poca marcha.
- Vale.
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Detalle del asiento hecho con cincha de automóvil, este es un material reciclado practicamente indestructible, la pega es que apenas si tiene elasticidad y la sentada es muy firme. |