lunes, 15 de septiembre de 2014

CUANDO EL TALLER DE ESQUELETAJE ESCUCHA.



    

   Recuerdo que algunas veces me encontraba a mi padre charlando con algun amigo en el despacho, yo era un niño y no me importaba demasiado de que pudiesen estar hablando, salvo cuando el amigo era Pepe el Pescador, entonces me quedaba y escuchaba interesado y sin interrumpir, deseando que llegase el viernes para salir de pesca con papá y Pepe.
   Por entonces yo no se que preocupaba a los adultos, pero hoy en dia ya empiezo a tener cierta idea, por eso esta tarde he recibido a mi amigo Eduardo con una sonrisa y con la vieja silla de papá.
  Eduardo andaba desorientado, fatigado y confuso, deseaba ser escuchado y escuchar palabras amigas que pudiesen responder a esa pregunta que le estaba demoliendo. Eduardo no podía entender ni asimilar su separacion tras 20 años de matrimonio, mi amigo Javier le escuchaba y yo me levantaba durante unos instantes para tomar una foto de ese momento en el que el taller de esqueletaje volvía a escuchar a las personas como ya lo hacia mi padre tantas decadas antes.
 
   

martes, 9 de septiembre de 2014

TAPIZANDO LA BUTACA QUE QUISO SER UN PELICANO.






  - No me hagas fotos, Pedrín... -ruega Julian cuando me ve sacar la Nikon y sonreir.



 
  Sin embargo Julian posa y se recrea cosiendo el respaldo de la Cormorán, de esa butaca que quiso ser un recreacion de la Pelicano de Finn Juhl y que terminó revoloteando entre mis manos, queriendo ser un terodactilo o un macho cabrio de recurvada cuerna.




   Julian me ve danzando a su alrededor y van dando puntadas sobre el polipiel que podrían pasar por se la piel del sarrio o por la membrana del terodactilo.
  Me gusta el relieve del tejido y las formas audaces de la butaca que parece vigilar la nuca de Julian, que no quiere que le haga fotos pero que sonrie escuchando el delicioso chasquido del obturador.


  Yo también sonrio, oprimo el disparador y me quedo helado...., la Cormorán ajitaba sus alas desde la mesa de corte y graznaba como el terodactilo que se asomaba al vacio desde el nido en el acantilado prehistorico pidiendo a Julian que les diese las plumas y la piel...., pero todo estaba en mi imaginación..., aunque justo en ese momento Julian se levantó y puso encima de ella el polipiel..., en ese momento se hizo el silencio.




 




lunes, 8 de septiembre de 2014

CHAISE LONGUE DE DISEÑO MODERNO.









  He perdido vista, pero parece que no me pasa a mi solo, la semana pasada se pasó por el taller Juan Carlos Estruch ha pagarme unos trabajos con un talón, pero cuando fue a ponerse sus gafas descubrió que las habia olvidado en la tapiceria.
   - Anda Pedro, dejame la lupa esa que tienes por ahí, que me he olvidado las gafas.
  Fue una anecdota graciosa porque despues me pidió que revisase el talón.
   - Pues devuelveme la lupa que yo tampoco veo nada.
  Juan Carlos soltó una risa y yo repasé el talón, de la misma forma que repasé las medidas de la chaise longue de diseño que me habia encargado otro cliente con la misma lupa.




   Me las apunté con boli y fui sacando las plantillas tanquilamente, pensando en la lupa y en la chanza con Juan Carlos, pero realmente no todo era decadencia ni decrepitud con esos años que ibamos cumpliendo, al tiempo estabamos ganando en experiencia y en profesionalidad, en aplomo y en calma, en vision del trabajo, por eso el diseño de la chaise longue fue fluyendo al ritmo de la musica y al son de la sierra de cinta, al son de la cepilladora y al de la grapadora, mientras sonreía y me imaginaba que la chaise longue, sin el respaldo  bien podría pasar por un aereodeslizador de esos que se usan en los humedales norteamericanos, aunque después, cuando la vi asomar por la puerta del taller mas parecía un buque o un submarino..., en todo caso una espectacular chaise longue de diseño.