jueves, 20 de febrero de 2014

LAS ULTIMAS SILLAS VINTAGE.


   - Pedro, el vintage ha tocado fondo, pronto será algo demodé -me comentó un decorador, echando una mirada a las sillas que acababa de terminar.
  Imaginé que era el final de las patas cónicas, el final de los sofás de líneas suaves y elegantes, el final de esa moda retro que recuperaba el sabor de otras décadas y de vivencias pasadas.


  El decorador se marchó sonriendo, como insinuando con su mirada que él si que sabía por donde irían las nuevas tendencias y yo me quedé a solas con ellas, con las últimas sillas vintage que iba a fabricar y decidí que se merecían una improvisada sesión fotográfica en ese mismo momento, aunque manchase la reflex con los restos de cola que aún quedaban entre mis dedos.


    - ¡¡ Pero que sillas más monas, Pedro...!!.
   Dejé de mirar a través del objetivo y enseguida reconocí la sonrisa de Inma, mi vecina y amiga.
   - ¿Te gustan...?, pues hala, sientate que se supone que no voy a hacer más...., el vintage está agonizando..., dicen los que saben de ésto.
    Inma volvió a reir cuando le coloqué una estrecha maderita para que se pudiese sentar, después volví a mirar a través de la lente.
   - Ostras Inma, no sé que pasa pero no hay hay forma de enfocar otra cosa que no sea tu canalillo.
   Mi amiga volvió a reir y posó sentada en las ultimas sillas vintage.

jueves, 21 de marzo de 2013

NUEVO ESTILO MES DE MARZO Y SUS 20 SOFAS TOP TEN



  Este mes NUEVO ESTILO nos muestra una colorista y clásica portada, nos regala un precioso Chester aterciopelado, con sus botones marcando respaldo, reposabrazos y platabanda, plafones claveteados y tres cuadrantes sueltos que aportan algo más de comodidad a este sobrio modelo inglés, clásico, actual, contemporáneo, imperecedero en el tiempo y rematado con un asiento confiado a los muelles de toda la vida, al hacer artesano y profesional, a las cinchas de yute y a las ataduras que dan forma y tensión al metal templado y revirado, pero oculto bajo los rellenos. Una maravilla que viste las casas con clase y gusto, un regalo a los ojos, una obra de arte que, curiosamente, no aparece entre esos 20 sofás que la revista selecciona para todos nosotros.
   Sin embargo, el Chester en algunas de sus variantes vuelve a aparecer entre las páginas de este número de marzo; lo hace con su exclusivo capitoné y con sus patas torneadas, lo hace con cierta tolerable arrogancia, como insinuando que sus formas y acabados resistirán el paso de las décadas sin inmutarse y dando la oportunidad a los futuros diseñadores a experimentar con sus formas y proporciones básicas.

                                                
  
   Por cierto, entre las casas que nos muestran me quedo con la casa bosque diseñada  entre La Colombina y García Germán Arquitectos. Rodeada por el robledal, la casa se viste con madera, con modelos vintage, con piezas con clase y elegancia.
  La vivienda se abre al bosque con enormes miradores que invitan, a todos esos robles, a pasearse por dentro de la vivienda y, casi, da esa sensación porque la madera está siempre presente pero en armoniosa combinación, sin recargar, sin añadir rusticidad y con soluciones, a veces, ingeniosas, como el banco de trabajo que se usa magistralmente como mueble de baño o la cabeza de ciervo, aunque sea de cartón, sobre el sencillo cabezal realizado con tablas.
   Pero es el salón el que hipnotiza y enamora, en él habitan elementos básicos de la naturaleza y otros exclusivos de homo sapiens. Fuego, madera, piel…., acero, libros, música, arte…, con el robledal como fondo primigenio, natural, puro, esencial.

El banco de trabajo reciclado y que aún conserva su tornillo de apriete....,
 en mi taller de esqueletaje tengo uno igualito.
El cabezal reciclado, sencillo, austero, básico...,
 en contraposición a los otros tres cabezales tapizados 
que también nos encontramos en la revista.
Cabezal y banqueta haciendo frente común
 con el estilo clásico y potente de los Chesterfield
 que se verán las caras con el TOP TEN 
de los sofás seleccionados por Nuevo Estilo.
Otro concepto de cabezal. otro concepto de dormitorio. 
El cabezal se apoya directamente en el parqué 
y parece extenderse junto a la cama tapizada


   Por cierto, no me he olvidado de esos 20 top sofás…, pero visto lo visto me quedo con el Chester y la casa bosque…, pero os dejo algunos de esos top sofás.




sábado, 26 de enero de 2013

PURO VINTAGE, UN MITICO BASCULANTE EN LA TAPICERIA DE LOS HERMANOS GOMEZ.



   -Ésto si que es vintage -murmura Julián, mientras su hermano y yo hurgamos entre el bastidor del basculante buscando las marcas de mi padre. La pieza está deshecha, carcomida y desencajada, tanto que muestra los mechones rotos y las rayas en paralelo que papá solía marcar para la agujereada.
  -No se ven las marcas... -admito algo desanimado- pero el mechón es de 12 milímetros, mi padre siempre usaba esa medida..., joder, yo casi me atrevería a decir que lo ha hecho él.
     Seguimos buscando y  descubrimos la formidable preparada de muelles, aún destellan cobreados y Julián vuelve a arrugar el ceño mientras oprime la platabanda y los muelles ceden y se recuperan con la elasticidad del primer día.
  -Ésto si que es vintage -repite Julián cabeceando- pues la mujer tiene otro, quiere que le demos presupuesto..., pero los bastidores hay que hacerlos nuevos, ¿cuánto nos vas a cobrar, Pedrín...?.

                                                 
  Le doy el precio allí mismo y sigo observando el mítico basculante. Recuerdo que mi padre lo nombraba muchas veces, causó furor en su momento. La idea de colocarle unos muelles, sustituyendo a las patas traseras, le daba una comodidad especial, pero parte del secreto estaba en la tensión que le proporcionaba el tapicero al atarlos y en el mismo temple de los muelles, realmente soportaban todo el peso.

Detalle de los muelles traseros,
con esa cincha de yute se daba la tensión adecuada.

  Al sentarte, el sillón basculaba hacia atrás y daba la sensación de que te sentabas en una especie de balancín, aunque debo admitir que nunca me he sentado en un basculante, pero si la clienta admite el presupuesto, volveré a pasarme por aquí y me sentaré.
   - Los muelles de ahora no valen nada -apunta José cuando ve que rozo las espirales con los dedos- usaremos esos mismos, están nuevos..., me parece que poco se han sentado.
  - Éso mismo digo yo -replica Julián. 

jueves, 4 de octubre de 2012

AD,Architectural Digest, octubre 2012.



 
  Si en el mes de septiembre AD nos daba un baño de colores para mitigar el trauma post vacacional y nos enseñaba una portada colorista y alegre, en este mes de octubre vuelve con una portada preciosa, rosada y erótica, casi provocativa y con el foco de atención centrado en un sofá diseñado por el genial Dalí, que reposa, casi lascivo, en uno de los salones de la casa de Diane Von Furstenberg
  Sobre esos enormes labios podremos distinguir un cojín, un cuadrante con motivos blancos y negros; el mismo tejido de unas sillas que rodearán a una elegante y sutil mesa de cristal sustentada por un árbol, por un entramado de ramas y raíces que ya no se hunden en la tierra y que no alimentan a ninguna hoja verde, pero que recuerda a esas acacias, a cuyas ramas  trepan los leopardos cargados con sus gacelas degolladas, allí en el  continente Madre, para después inspirar a diseñadores  y creativos que llenarán las paginas de AD con sus felinos estampados, otra tendencia que  llega con fuerza pero que, al  tiempo, inquieta. En la mente de homo, en sus rincones más profundos, la piel del leopardo sigue despertando el miedo, la angustia ante el predador que se confundía entre las sombras de la sabana.


   Pero cuando seguimos ojeando este número de octubre, descubrimos que ya estamos muy alejados de la sabana y de nuestros ancestros y los gurús ya no son hechiceros que agitan plumeros y sonajeros repletos de huesecillos y colmillos. Los gurús diseñaron iconos entre los años 50 y 70 y AD los recupera para el lector, dedicando unas páginas a Mies Van der Rohe y a Marcel Breuer, más vigentes que nunca. Los dos trabajaron el acero cromado y crearon formas sinuosas que siguen hipnotizando, que siguen gustando y que permanecen inalterables. 



   Pero se podría decir que AD no deja lugar a la vulgaridad y sus páginas rezuman tendencias, modas, elegancia, las huellas de esos gurús de la moda, de la decoración, del diseño…, y el vintage está más vivo que nunca, aparece en muchas de las casas a las que nos invita a visitar, incluso descubro una pareja de Papa Bear, un par de sillones muy interesantes diseñados con el mimo habitual de Hans Wegner y que se acerca a las características de ese vintage resucitado.


   El Papa Bear es un sillón grande, amplio, quizás con demasiado volumen en la parte alta del respaldo y con formas algo estáticas pero compensadas por esos brazos que surgen hacia delante, cerrando el espacio y rematados con unas piezas de madera vista que garantizarán que, la persona que reposaba, pueda apoyarse en ellos para levantarse. Realmente, más allá de su funcionalidad, esos remates en madera son como una especie de guiño de Wegner a su propia esencia, a su pasión por trabajar con la madera desnuda y tan sólo arropada por la cuerda o la pita. Al genial creador no le gustaba demasiado recubrir sus creaciones con telas…, pero el Papa Bear fue la cómoda y cálida excepción. Por cierto, hace ya semanas que estoy planteándome fabricar uno de estos Papa Bear, un día de estos me pongo a diseñar las plantillas.
   Y hablando de Wegner, no se que pensaría si hubiese ojeado el catalogo de El Corte Inglés, que este mes acompaña a AD. Un catálogo que deja entrever que el gigante también ha sentido la dentellada de la crisis y se lanza a promocionar sus complementos del hogar de la mano de las revistas de decoración mas prestigiosas. Citaba a Wegner porque en el catálogo se cuela un chirriante gazapo…, bueno, realmente dos. En la colección Urban-class se nos presenta a la legendaria silla CH-24 de Wegner con nuevo nombre y nuevo acabado, se habla del sillón Shangai en madera de teka recuperada,  cambio de nombre, incluso, cambio de materia prima. 
   La silla Whysbonne, como también se la conoce, siempre se realizó con maderas de origen danés como el haya, el fresno o el arce…., y no con maderas asiáticas. El segundo gazapo surge en la sección de regalos en forma de un galgo de resina, que habría comprado gozosamente de no ver unas horripilantes orejas, larguísimas, onduladas e insultantes. ¿Dónde quedan esas rosetas tan características de los galgos, de los lebreles…?, ¿ dónde quedan esas orejas plegadas contra el cráneo y que dotan a los galgos de esa expresión tan especial…?, ¿en el olvido o en la ignorancia…?.