jueves, 26 de enero de 2012

UNA COQUETA CHAISE LONGUE PARA EL ZAGUAN.



Avelino vino desde Casas de Barcena, en esta localidad de L'horta tiene su tapicería, con el recorte de una revista de decoración. Ya no era ni la página, era un pedacito de papel en el que se podía ver una pequeña chaise longue. Me preguntó si la podía hacer, le dije que si, concretamos las medidas y me dió luz verde.
Pero, en este caso, no habían plantillas, así que fui interpretando las formas de la fotografía, dibujando en cartón y, después, recortando.


El siguiente paso fue, como siempre, ir marcando los tablones, troceándolos en la sierra de cinta, cepillándolos y regruesándolos.


Hay veces que me quedo absorto contemplando estas mallas, estas vetas, sintiendo esas texturas, la calidez o la humedad... es algo hermoso y natural que nos ha acompañado desde el origen de la Humanidad, quizás, por eso, es difícil encontrar a una persona que no admire esos dibujos sinuosos y orgánicos.

Recortando en la sierra los resplados con forma de lira.

Preparando los pies con la técnica de "media mordaza", de aquí pasarían al lijado y, finalmente, al ensamblado en la chaise longue.

Así hasta que, poco a poco, la chaise longue fue cobrando formas y volúmenes, así hasta que, de ese recorte de una revista de decoración, surgió algo real, el deseo de esa clienta que, ojeando la revista, se enamoró del mueblecito.


Con los gatos apretando las patas que después aseguraré con tornillos. 
Aún faltan las piezas entre el asiento y respaldo para que el tapicero pueda rematar o "volver la tela", como se suele decir en argot.

Detalle de la plaquita de haya para pulimentar que remata el brazo.

martes, 24 de enero de 2012

BUTAQUITA MODELO COLONIAL.



Hace unas semanas me visitó Jose y se trajo las plantillas que utilizaba su padre para montar esta butaquita, la llamada modelo Colonial. Una pieza con planta de herradura, patas torneadas y respaldo y asiento tapizado sin cojines, lo que en el oficio se llama respaldo y asiento fijo.
Me preguntó si hacia falta que su padre se pasase por mi taller a aclararme algo, pero después de echar un vistazo a las plantillas me sentí capaz de montar la butaca yo solo.
Primero torneé a mano las cuatro patas, algo impensable hoy en día, pero no tengo más remedio que hacerlo así, al venderse muy poco y casi siempre variando las medidas, no es recomendable encargar grandes cantidades de patas a un tornero industrial.

Despues he sacado las dogas, que son las piezas curvas, las barras, que son las piezas que sujetan el respaldo, y, a última hora de la tarde, he terminado de montarlas.

Detalle de los copetes encolados. Para darles altura se corta por abajo y la pieza se encola arriba, de esta forma con la misma cantidad de madera se obtiene una especie de peineta, es decir, una pieza curva partiendo de una recta.


viernes, 20 de enero de 2012

JUAN VICENTE COMES, UN TAPICERO DE TODA LA VIDA Y UN CLIENTE DE SIEMPRE.

Hoy he montado sobre Duna y he visitado a Juan Vicente Comes, un tapicero de toda la vida, un cliente de toda la vida y un amigo de siempre. Juan abre las puertas de su tapicería en pleno centro de Valencia, en la calle Conde Altea.

Ya desde esas puertas se puede ver lo que hay, un taller artesano que no esconde nada, los clientes entran y pueden ver a los dos oficales de Juan, Rafa y Vicente, trabajando coco con codo. También a Isabel, su mujer, concentrada en la máquina de coser.

La pieza terminada y delicadamente embalada, lista para devolver al cliente.


Pero esta mañana me esperaba una sorpresa, Rafa estaba retapizando dos sofás hechos por mi padre, hace unos 25 años. Cuando me he acercado y he reconocido el trazo nervioso de sus letras y de sus marcas..., he sentido un escalofrío. Ahí estaba la impronta de algo bien hecho, perdurando en el tiempo y satisfaciendo de nuevo a quien lo compró en su día.
Decenas de bobinas, metros de hilo que se entrelazaran con las telas deseadas y darán formas, acabados..., tramando entre si cada patrón ya cortado.
La mesa de corte, las piezas de tela se dejan hacer, se dejan cortar, seccionar...., para dejar de ser una pieza y tomar la forma de un sillón, de un sofá, de un puf, de un cabezal.

Muestrarios, es dificil decidirse entre tantos colores, entre tantas texturas entre tantos estampados.....
Un sillón a punto de rematar, una nueva y desenfadada tela cuadriculada que alegrará alguna habitación, una salita, algún dormitorio.

miércoles, 18 de enero de 2012

DE LA FOTO A LA MADERA.


Recuerdo que hace muchos años mi padre comentó en casa que había sacado plantillas de un sofá nuevo, el sofá se iba a llamar modelo Santana. El tenista aparecía reposando en un sofá, posando para una revista del corazón. A la clienta le gustó el modelo y se llevó a su casa ese sofá, sin Santana sentado en él, obviamente.
El sillón de las fotos no es el modelo Santana, pero ilustra un poco el procedimiento. Una foto, unas medidas y a cortar.

ESQUELETAJE DE SOFAS A MEDIDA.

Mi pequeño taller de esqueletaje subsiste en medio del caso urbano de Valencia y raro es el día que alguien no se pare ante los portalones abiertos y observe el esqueletaje de sofás y sillones, de banquetas y pufs que fabrico artesalmente, por encargo y fuera de medidas estándares.



Se sorprenden de ver el origen de los sofás, de ver los armazones y de que estén hechos de pino, de madera auténtica y no de aglomerado o de tablero DM. Ver las estructuras les tranquiliza, algunos incluso las tocan, o se acercan a los tablones de haya o pino. También los tocan y después aspiran ese aroma que rezuma la madera.
Este es mi trabajo y el de mi amigo Jaime Fabra, pero las manos de Jaime se dedican a otras maderas, a las nobles, a las tallas, a la madera vista.


Estos son algunos de mis modelos, aunque, realmente,  fabrico lo que me pidan. Si alguna persona tiene interés por un modelo especial, le suelo pedir que me traiga una foto o una revista de decoración, con éso me basta para hacer realidad esa ilusión.
Jaime Fabra es otro "facilitador de sueños", y hace realidad verdaderas filigranas en madera vista. Cuando le visito, en su nave de La Pobla de Vallbona, me quedo bobo viendo sus obras de arte.