Durante unas horas, me he olvidado de que cada día me parezco más a un galgo extenuado que persigue ciegamente a los recibos domiciliados y a las cuotas de la Seguridad Social..., ya no persigo liebres.
Hace unas semanas me cortaron el móvil por falta de pago y la semana pasada viví un momento bochornoso ante los preciosos ojos azules de la interventora del banco. Quería hacer una transferencia de 33,85 euros para comprar mi propia novela y, en ese momento, fue cuando los ojos azules se volvieron hacia mi.
- Pedro..., no podemos hacer la trasferencia, te falta dinero.
Sentí como mis carrillos se encendían y suspiré, saqué un billete de 50 euros y se lo di.
- ¿Con ésto llegamos...?.
- Si, claro que si.
Hice la transferencia y volví al taller preocupado, pensando en el dinero que me deben algunos clientes, pensando en las andanadas de recibos domiciliados que golpean la cuenta corriente y aterrorizado ante la posibilidad de que me cortasen la luz o el agua si me despistaba y si no lograba llegar a tiempo, si no corría como lo haría el mejor de los galgos, el mejor de los galgos de Paul.
Cerré la puerta a mi espalda y continué con la rinconera, fui encolando los bloques para las barras del respaldo y después me hice un compás de madera y tracé la circunferencia del rincón, marqué el copete, el trasero y la doga para volver las telas. Todas curvas y todas con ensambles por la mitad.
Recortaba el cartón curvo y, poco a poco, iba olvidando el momento ante esos ojos azules, que son testigos de como me he ido hundiendo lentamente durante esta crisis. Me olvidaba de los 18 euros que me había cobrado Telefónica por volver a activar el móvil y sonreía colocando las plantillas sobre el tablón.
Volvía a trabajar, volvía a sentirme útil, incluso la madera parecía sonreír, como deseando tomar la forma de esa rinconera kilométrica que ocuparía un stand en la Feria de Milán.
- Nos vamos a Milán...-murrmuró una de las vetas que se alargaba sinuosa, casi con formas humanas, casi con formas femeninas. Aunque supe que todo era fruto de mi imaginación, las vetas no podían hablar..., aunque yo las escuchase.
Cómo me pesan tus palabras Pedro... la puta crisis :(
ResponderEliminarPor otra parte me alegra saber que aún te acuerdas de sonreír aún después de cada golpe, y que mantienes la testuz serena ante semejante situación... espero que no decaigas, que te vayan saliendo sofases aunque sea a cuentagotas.
Si vislumbraras cualquier atisbo de echarte un cable...
En cuanto al pedazo de rinconera, que te voy a decir, me gustaría verla vestida... yo ya le he hecho un par de trajes ;)
Bueno Pedro, espero que este mal sueño acabe cuanto antes...
Un saludo y ánimo, amigo mío.
Tenía dudas sobre si poner esas "pesadas palabras"...,pero coño, es que es la realidad. La situación está durando demasiado y al final las reservas se acaban, si añades que todo sube y que los precios de los "sofases" bajan la situación se hace angustiante...., pero como "soy leyenda" y vivo en una trinchera, je,je,je....,se trata de no asomar las testuz demasiado.
EliminarY si, los sofás van entrando con cuenta gotas y soo me queda repetir la letania, el mantra de Bart Simpson "Krusty vendrá, Krusty vendrá..."
Mientras alguien como tu, lo sepa contar con una sonrisa, por muy pequeña que sea... La pena es somos demasiados en la misma situación.
ResponderEliminarUn saludo
Ais Dana, la risa es el mejor antidoto y como bien dices, somos tantos los que estamos jodidos que no queda mas remedio que asimilar la situación y tratar de continuar "bregando" como hicieron nuestros padres..., que elos lo tuvieron mas jodido.
EliminarCon esos ojos azules nos topamos todos, con la diferencia que tu le pones poesía y humor. Ingredientes necesarios para cocinar el día a día. Te mandaría dinero.. pero lo tiene la de los ojos ;-)
ResponderEliminarLomanú....,me encanta este comentario, literariamente es genialll....¡¡¡¡¡, usas mis recursos, juegas con ellos, incluso eres capaz de jugar un rato cone se "te daria dinero...,pero lo tiene la de los ojos azules....". Ainssss, lo que pasa es que "la de los ojos azules es interventora del Banco de Valencia, es decir, de un banco que como tal ya no existe.., se que ella también tiene miedo...., la de los ojos azules...., pero yo más, a mi el lobo ya me ha mordido.
EliminarY lo dicho, magnifico comment...¡¡¡¡
¡Vaya una rinconera grande!
ResponderEliminarHoy me hubiera venido muy bien tener una rinconera así, en lugar de estar sentada en los "duros, yermos y deprimentes" asientos de la oficina de empleo. Alli habían muchos "ojos azules" de todos los colores; en cambio, los otros, los demás, teníamos los ojos grises y apagados.
Desde mi diferencia, te entiendo tanto. El no poder sentirse útil, el hacer cálculos y ver que no llega, el mirar hacia delante y apenas ver el precipicio. Xiquet, yo también me codeo con Milán, la goma de borrar. Ya ni gasto papel, he vuelto a usar el método materno: hacer cuentas sobre la mesa de formica (en mi caso, melamina, pero sirve igual). Y veremos si no prescindo también de la Milán y borro con el dedo. ¡Ay, que lamentable todo, caray!.
Eso sí, al terminar los trámites para solicitar la "ayuda de los que no encuentran empleo", me he encontrado, en la parada de "guaguas", a una antigua amiga que no veía desde hace más de 25 años y ¡caray, nos reconocimos al instante!.
Y recordamos viejos tiempos de baile, de miradas furtivas a los chicos que nos gustaban, de confidencias...y volví a ver el vaso medio lleno. Regresé a casa con una sonrisa en los labios y con el convencimiento de que no voy a caer porque sé volar.
Volemos, xiquet, como los vencejos que a punto están de entrar en tu calle.
Besetes y ánimo, amigo mío.
Jope María,esto no es un comentario, es un precioso post con esos ojos azules de aquí para allá, con encuentros de viejas amistades, con esperas amargas y con vencejos que veranean allí, muy cerca de tus islas..., si xiqueta, pronto volverán, ellos nunca fallan.
Eliminar¿Recuerdas aquel sueño que te conté en el que los vencejos me llamaban para que siguiese escribiendo....?, ahora se que cuando vuelva a oirlos serán ellos, los de siempre, los auténticos...., bsssssssssssss Maria.
Triste post aunque transparente como siempre.Y tristes los comentarios.La situación empieza a ser insostenible.Esta semana me he pasado 2 dias limpiando telarañas.A veces el teléfono deja de sonar, por arte de magia durante incluso días.Cuando ya te ves perdido empiezan a aparecer los clientes, como si se hubiesen puesto de acuerdo.Y entonces no puedes con la faena:(Es como un pulmón enfermo que se para, y de pronto, coge muchísimo aire, y se vuelve a parar...Este sistema sin crédito no funciona,y la banca ni está ni se le espera.Así que "ho tenim fotut".
EliminarAunque saldremos de esta, tenlo por seguro.Algún día esos ojos azules dejarán de ver mi dinero.
Por cierto la rinconera es espectacular.Yo la dejaría así tal cual para exponer en Milán.jeje
Ánimo Pedro, nada dura cien años!
Oscar yo barro mucho y mi telefono puede pasar dos o tres dias en el mas abosoluto de los silencios y cuando suena pasa lo que comentas.
Eliminar- Lo quiero para ya...¡¡¡¡¡
Y despues otra semana mas oyendo a los grillos, gri, gri, gri, gri.....
Hace un par de años, yo misma te hubiese mirado con reparo ¿una persona que deja su cuenta al descubierto?, nos parecía de poco fiar. Ahora que todos somos más pobres creo que nos entendemos mejor, es algo extraño, casi malsano, pero ya no nos da tanto miedo la pobreza, porque la conocemos mejor, ya no nos averguenza como antes, la confesamos sin reparos, somos supervivientes. Me asusta la incertidumbre, en el trabajo comprar casi al día las materias primas es agobiante, no poner la estufa, esperar ese pedido que no llega, seguir estudiando porque hay demasiado tiempo libre, mantener la calidad de lo que hacemos... demasiados "inputs".
ResponderEliminarLa imaginación se dispara y se desespera por salir adelante.
Así que ver ese esqueleto es un soplo de aire fresco, una alegría.
Un abrazo amigo.
Julia, tus palabras son una mezcla de relfexiones y confesiones de un estado animica que lentamente va sacando aspectos nuevos de nuestra personalidad. Como bien dices, somos supervivientes pero ante todo tenemos una capacidad de adaptación muy grande,por eso sapiens pudo poblar todo el planeta...., yo me voy adaptando y vivo así, al día, con poder pagar la SS y los recibos domiciliados ya me doy por pagado...,esperemos que alguna vez esta glaciacion vaya cediendo.
EliminarUn abrazo para ti Julia.