El viernes me equivoqué desarrollando uno de los 9 modelos nuevos que me habian encargado desde Sevilla, lo malo es que me di cuenta cuando ya estaba hecho, cuando ya habia consumido bastantes horas y bastante glucosa de esa que circulaba por mi cerebro.
Negué con la cabeza y apreté los labios sin dejar de mirarla y recordando el ultimo mail del nuevo cliente andaluz, en él me confesaban que estaban encantados con mi profesionalidad y mi buen hacer y que habían decidido encargarme el puf al juego del Grant Featherston y un sillón Papa Bear.
Recordé esa frase e incluso escuché la voz de Juanma, recuperandola de entre los recuerdos de la semana anterior..., entonces afirmé con la cabeza y puse una nueva hoja de cartón sobre la mesa.
- Esta butaca no vale -murmuré volviendo a replantearla, mientras trataba de animarme y sonreía ante el nuevo reto de recrear un Papa Bear.
Pero como que no vale.....si es mi sillon preferido. Es perfecto para las 20 minutos de siesta.
ResponderEliminarUn saludo
Pues a mí me encanta. Ya la acabarás en un ratito libre para otro cliente.
ResponderEliminarAbrazos artista.
Dana y Clara, os debo una disculpa a las lospor haber ilustrado tan mal este "post", realmente elsillón que sale en las fotos no es el que está "mal", el de las fotos es un orejero gigantesco con unos rebajes en la parte trasera de los reposabrazos que tendrán una utilidad mas erotica que otra cosa, quizás por eso es tan ancho, para que quepan dos...., vamos, es un decir.
ResponderEliminarEl sillón que estaba poco acertado ya tiene sustituto, lo hice el domingo y ya solo me queda uno para terminar la colección vintage del cliente.
Un abrazo muy fuerte a las dos..., y mil gracias por venirrrrr...¡¡¡¡¡¡
honestidad+orgullo+ continuo proceso de aprendizaje=trabajo/desafio realizado!
ResponderEliminarUna respuesta telegrafica, Lomanù...., pero me la imagino llena de calor, je,je,je.
EliminarGraciasssss, chica turbooo (en clara referencia a tu ex-R-5)