Duna y yo rodamos muy despacio, en segunda y jugando con la maneta del embrague por la calle Ador de Castellar, voy mirando los números y los escapes sueltan un petardeo sordo y denso que se extiende hacia las cercanas huertas y que también logra atravesar unas puertas de cristal que se abren justo cuando la Virago hace equilibrios ante los ojos de Juan Ferrandez, el tapicero mas ràpido del mundo.
- ¿No jodas que me has oido...?, pero si esta moto no hace ruido -voceo parando y echando pie a tierra.
- Claro que te he oido y si oigo una moto tengo que mirar... -responde Juan, sonriendo junto a su preciosa Triumph de un color verde que recuerda al frescor de las campiñas y prados ingleses- esta es con la que salgo a pasear, con las que compito están dentro.- ¿Como que dentro...?, ¿pero esto no es una tapiceria...?.
- Yo ya no se lo que es.
La Triumph reposa entre los muestrarios de telas, que cuelgan como asustados y timidos ante sus 900 centimetros cubicos y ven como Juan y yo atravesamos la tapiceria a toda velocidad, a tanta que sin darme cuenta me encuentro rodeado de autenticas reliquias, Derbis y Montesas de un rojo vivo e intenso, incluso mi imaginacion se dispara y durante unos instantes me convenzo de que sería facil encontrarse con Angel Nieto por allí dentro, entre pistones y cigueñales, entre alargados y estilizados depositos de gasolina, entre los bloques de motor abiertos, entre los piñones y los radios de las ruedas.
Juan sonrie satisfecho y responde a mis preguntas, incluso me enseña un libro en el que aparece una Montesa Rapita, la misma maquina, de la que tan solo se fabricaron 600 unidades y es que Juan tiene una de ellas esperando a que sus manos la resuciten.
A Juan le gusta sentir el metal entre sus dedos, el aceite y la grasa..., y tengo la certeza de que mima tanto a los eslabones de las cadenas como a cada punto de costura..., realmente son las mismas manos las que usan esa Singer ultramoderna y las que giran los puños del gas de estas estilizadas motos.
Unas Montesas ya miticas, estrechas y ligeras como galgos huesusos y veloces....,
........ no hay electronica ni culatas multivalvulas, solo hay carburadores, pequeñas cajas de cambio y zapatas de freno, sutiles carenados entre los que se confunde la silueta del tapicero mas rapido del mundo.
Que maravilla tiene ahí el amigo Juan ! Da envidia. Sana, pero aun así, envidia. Este verano iba delante de mi una antigua montesa, iba yo adelantarla, pero me quedé detrás, esnifando, disfrutando, porque por colmo la había echado Castrol ! Para mi un delicioso perfume !
ResponderEliminarFabulosa entrada. Gracias. Besazosssssssss
Dorita,la escribí tan rapido que olvidé dedicartela...., y me encanta este comentario sobre todo cuando dices "esnifando, disfrutando, porque para colmo le habia echado Castrol...", es cierto, aquellas motos y aquellas mecanicas 2T olian tan distinto,¿eh....?.
EliminarY ahí van una carretá de besazoooosssss...¡¡¡¡
Qué pasión por vuestras motos !!! :) "Me Gusta"
ResponderEliminarBueno Xelo,sabes que siempre tengo la duda de que si soy motero o no....., Juan lo es, pero no solo disfruta corriendo con esas clasicas, es que las destripa hasta el ultimo engranaje.
EliminarA me gusta pasearme en vuelto en el prom,pro,prom,prom....,je,je,je.
...prorrom pommm prorrom pommm perooooo perooooo...
EliminarLo siento... no lo pude evitar!!! jejeje. Besitos!!!
Que buena eres Pilivigo.....,besinesssssss.......¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡, moteraaaaa...¡¡¡¡¡¡¡
EliminarLa sensibilidad de Juan se refleja en esas dos pasiones tan distintas, pero tan parecidas.
ResponderEliminarPrecioso relato Pedro
Abrazos
Clara, te has fijado en lo mismo que yo,tan distintas...., pero al final has nombrado la palabra clave, "pasión", cuando esa emocion te invade, lograrás todo lo que te propongas.
EliminarLo que tiene tu amigo, son unas joyas.No hay que ser motero para apreciar esto.
ResponderEliminarUn saludo
Dana, que comentario tan acertado,a cualquier persona que tenga cierta edad le gustaria ver, tovcar y oir a estas pequeñas motos, de apenas 90 kilos de peso, con las que una gran parte de españoles se motorizaron por primera vez.
EliminarUn beso Dana..¡¡¡
Grande Juan ! de una raza especial que he encontrado poco en mi vida, entusiasta en muchos ámbitos, optimista y muy, muy fuerte. Le quiero mucho.
ResponderEliminarEs curioso porque en los diez años que pasé en Madrid trabajé con otro tapicero sobresaliente; Carlos Soria. Cuando conocí a Juan recuerdo que pensé si ese oficio guardaba algún secreto que muchos no sabíamos y convertía a sus artesanos en gente distinta, con una vida mas rica en retos y un tesón especial por hacerlos realidad.
Hola Pamen, si que es posible que estos oficios manuales guarden secretos, como lo que comentas del tesón y del empuje, Yo añadiría el entusiasmo y puede que la clave este en que estas personas aprendieron sus oficios con 13 o 14 años, por tanto ya es algo que contribuyó a formarles como personas, ahora mas que nunca se puede decir que llevan el oficio en la sangre.
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