El modelo de Grant Featherston sigue vigente, sigue de moda, sigue llevándose las miradas e incluso consigue ser el elegido para celebrar el decimo aniversario de Javier y Ramón.
Un elegido que ha ido tomando forma este fin de semana, el viernes torneé sus patas, preparé la mítica cruceta y fuí dando forma al armazón. El sábado descansé, después de pedalear por la sierra Calderona y este domingo he terminado el R-160 para el décimo aniversario, dedicándole más mimo, más cuidado, más interés, deseando que se convierta en el mejor regalo para conmemorar esa década de vida en común.
Y no puedo evitar reflexionar sobre mi propia actitud, una actitud inexistente hace unos años cuando trabajaba "a ciegas" sin saber para quien eran los armazones, sin saber quienes iba a reposar en ellos y sin saber los deseos o motivaciones de esas personas. Pero ahora todo ha cambiado, el cliente habla conmigo, cruzamos correos y finalmente surge un nexo, una implicación con ese R-160 que tapizará Juan Carlos, que viajará a Cádiz y que será diferente al resto de R-160 que he fabricado hasta la fecha.
El R-160, numero 38 de Javier y Ramón recupera algo de aquel primer prototipo, el rebaje en el reposabrazos, una depresión que busca la línea curvada de la oreja, que asciende hacia ella buscando una continuidad en la curva, en el perfil suave que envuelve la silueta de un modelo que perdió profundidad y anchura, en su búsqueda hacia la armonía, hacia la belleza, hacia la serenidad estética.
Pedro, eres un artista. Sinceramente aprecio muchísimo el mimo extra que estás poniendo en este sillón. Ciertamente es para un momento especial y la ocasión bien lo merece.¡Muchas gracias!. Me encantan las fotos del sillón en el taller, son estupendas. Se le ve regio, respirando ya, lleno de vida... qué emoción.
ResponderEliminarOjo con enviarlo a Sevilla cuando lo termines que...¡nosotros vivimos en Cádiz! jajaja
Je, je, je..., el R-160 irá "pa" Sevilla..¡¡¡¡, bueno venga, que sea Cádiz. Me alegra que veas "vivo" al sillón y espero que leas en el a la decoradora.
Eliminar¡¡Un abrazo...¡¡¡
¡¡Se ve hermoso!!
ResponderEliminarSiiii, Beatriz, le espera una tela burdeos.
EliminarHola Pedro.
ResponderEliminarHas sabido humanizar un gremio desconocido para la gente, antes nadie se planteaba las tripas de un mueble tapizado y gracias a tu pasión transmitida, el más común ya no ve sólo un armazón hecho con cuatro palos y se percata de de que hay vida detrás de las hechuras.
En cuatro días, lo vemos en los desayunos de la Moncloa ;)
Un abrazo.
Javi, yo habré humanizado ese gremio, pero tu desvelaste los secretos de tu oficio, mostraste tu saber hacer y lo has compartido.
EliminarLos tiempos han cambiado y creo que nosotros aun hemos tenido tiempo de adaptarnos para seguir comiendo de nuestras manos y del saber heredado de nuestros padres, de los oficiales a los que observamos...., un abrazo.
No dejamos de ser un granito de arena... en el desierto, pero que se sepa que anduvimos por aquí ;)
EliminarPues yo creo que los tiempos me llevan una ventaja considerable, ya no sólo miro en dentro de los talleres, a la fuerza, he tenido que asomar el morro y es cuando, verdaderamente, te das cuenta de lo poco que se pinta...
Precioso número el 38,para un silloncito que ya forma parte de nuestras vidas.Y éste en especial,emotivo,de medidas reducidas,como hecho para ocupar un pequeño rincón que lo estaba esperando antes de nacer.Y estoy seguro que Ramón y Javier sabrán apreciar el alma,ese valor añadido con el que impregnas a tus muebles y que nos recuerda que lo importante no es lo que haces,sino el como.
ResponderEliminarQue razón tienes Oscar cuando dices que el "silloncio" ya forma parte de nuestras vidas, yo suelo decir que el R-160 cambió mi vida y hay gente que no lo entiende, no entienden que un simple mueble pueda suponer un giro en la forma de vivir y pensar, pero sabes de sobra Oscar que así fue. Creo que hoy lo termina Juan Carlos y espero que antes del finde lo tengan ya allí, en el sur.
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