Cuando me encargaron el R-160 de Grant Featherston supuso un bonito reto que me hizo pensar, que sacó lo mejor de mi y que me permitió trabajar con ilusión y con entusiasmo. Algo parecido me ocurrió con el Poeten y con el Pelikano de Finn Juhl y con el Papa Bear de Hans Wegner, sin embargo, cuando me pidieron el Ro de Jaime Hayon me sentí un poco incomodo.
Busqué algo de información y me encontré con un diseñador joven que estaba trabajando para Fritz Hansen, encontré también varios post y reportajes sobre la presentación del Ro en sociedad y me dio la sensación de que era un sillón tan joven como su diseñador y tan vivo como el mismo. Sentí que ese sillón era parte de él y que yo no tenia derecho a copiarlo.
Quizás por eso repliqué el Ro con la mayor honestidad posible, tratando de conseguir su elegancia y su rebelde personalidad, que a veces recuerda al orejo clásico y otras al baquet de un bólido.
Aquí...., mi recreación del Ro de Hayon, con todos mis respetos.
¡me encanta!
ResponderEliminar¡¡¡ Gracias Beatriz...¡¡¡¡¡
EliminarBueno Pedro,si Hayon ve esto...quizás te pegue un telefonazo,para invitarte a un café de esos bien negros,para intentar camelarse a ese español capaz de hacer sillones a partir de un boceto.Así que ves reforzando tu inglés,por si acaso jeje un abrazo!
ResponderEliminarJe, je, je, Oscar..., ya es tarde para aprender ingles, llamaría a algún amigo. Por cierto, vigila el rio que igual te encuentras a ese cartero que lo remonta en piragua.....
Eliminar