Duna volvía a llevarme hasta la calle Grabador Esteve de Valencia, recordé nuestra placentera visita a Sedere y decidí entrar cuando pasé por la puerta, saludé a Bea y a Diana y, ya que estaba allí, les sugerí la idea de hacerles un Papa Bear.
- Será un icono más para esta galería de famosos.
No les pareció mala idea, charlamos un rato y me despedí.
- Tengo que tomar medidas de un sillón en una tienda que se llama Vilmupa.
- La tienes casi enfrente -me dijo Bea- en el número 16.
- Perfecto..., venga, nos vamos viendo.
Salí de Sederé y enseguida descubrí el escaparate de Vilmupa, también su peculiar entrada. La tienda no se abría a la calle, ocupaba un bajo anexo al edificio y se accedía por él, por el portal.
Me asomé y enseguida me encontré con Tonino.
- Hola, soy Pedro, me envía Comes para ver el sillón y el sofá.
- Ah, perfecto, pasa, pasa..., soy Tonino..., bueno, mira, ése es el sillón y aquí tienes el sofá.
- Ya, ya... -murmuré asintiendo y mirando a mi alrededor; la tienda me había dejado sorprendido y en lo último en que pensé fue en tomar las medidas del sillón y del sofá.
- ¿Te importa que eche un vistazo a la tienda...?.
- Claro que no, hombre.
Sonreí y comencé a curiosear entre todo aquel mobiliario que recordaba a otros tiempos y a otras épocas, todo allí tenia el aire vintage tan de moda, desde las lamparas hasta las sillas, reconocí la silla Y de Wegner y algunas versiones de las Eames, junto con varias Rennes y con algunos silloncitos de estilo lacados en blancos.
-Tonino.., tengo un blog y me gusta hacer reportajes a los tapiceros y las tiendas de decoración..., ¿puedo venir otro día ha hacerte un reportaje para mi blog...?.
- Pues..., claro hombre.
Sonréi y cuando volví a Vilmupa lo hice con la cámara colgada del cuello y contemplándola a través del objetivo de la reflex, encuadre a encuadre, buscando rincones atractivos y encontrando a un maniquí que posaban sobre los muestrarios o un sillón, de un azul aterciopelado que descansaba junto a unas viejas maletas, puede que olvidadas por algún viajero que decidió quedarse allí, entre aquellos muebles o que cambiase de opinión y decidiese embarcarse en el velero rumbo a las Filipinas, para volver después con ese recuerdo, con ese enorme coleóptero, que me recordó a los escarabajos rinoceronte que me gustaba observar de niño en las noches estivales o al único ciervo volante que vi en mi vida, allí en la Sierra Calderona, también durante aquella infancia pasada entre pinares y escorpiones.
Pero el viajero debió tocar tierra algo más lejos y decidió cambiar ese velero por una Harley con la que recorrió parte de esa mítica Ruta 66, después se asomó a las frías tierras de Alaska y se topó con ese oso polar que terminó allí, donde olvidó esas maletas, en Vilmupa, en ese mundo que Tonino había creado para él y para sus clientes, como retazos de ese viaje imaginario, como si aquel viajero le hubiese contado a su vuelta todas sus vivencias, todos los recuerdos de ese viaje que terminaría dejando allí, en su local, en su tienda en su propia su creación, junto a esas maletas que volvió a dejar olvidadas.
- Vaya...., este oso me trae recuerdos..., bueno Tonino, te tengo que preguntar por el nombre, ¿por qué Vilmupa...?
Tonino sonrió, se encendíó un pitillo, después de salir a la calle, y respondíó.
- Bueno, es un nombre compuesto, Vil de mi apellido Vila, Mu, del apellido de mi mujer, Muñoz, P de la inicial de mi hija Paula y la A, de mi hijo Antonio.
- Me gusta..., o sea que Vilmupa sois todos, toda tu familia.
- Pues si...., y ya van diez años de Vilmupa.
- Guay..., y que sean diez más.
Tonino sonrió, se encendíó un pitillo, después de salir a la calle, y respondíó.
- Bueno, es un nombre compuesto, Vil de mi apellido Vila, Mu, del apellido de mi mujer, Muñoz, P de la inicial de mi hija Paula y la A, de mi hijo Antonio.
- Me gusta..., o sea que Vilmupa sois todos, toda tu familia.
- Pues si...., y ya van diez años de Vilmupa.
- Guay..., y que sean diez más.
Una delicia de tienda ! me encanta.
ResponderEliminarSalu2
Eyyyyy Dorita...¡¡¡¡¡, de buena gana te hubieses venido a verla a lomos de Duna, ¿eh..?, o mejor con Duna y con tu abeja rojaaaaaa...¡¡¡¡¡, besooosssss...¡¡¡¡¡¡¡
EliminarA mi también me ha gustado la tienda, rebosa personalidad... a juego con el nombre ;)
ResponderEliminarHola Tapestry, no esta mal eso de ir a trabajar y luego a hacer fotos. Fue curioso, primero tomé las medidas del silloncito azul para hacer otro y luego cambié el metro y el boli por la camara.
EliminarUn abrazo Tapestry..¡¡¡¡¡
Que bien te lo pasas Pedrito!, ojalá por motivos de trabajo yo pudiera visitar esas tiendas tan bonitas (aunque quien sabe, a lo mejor con el tiempo abro una y te llamo para que me hagas alguno de tus preciosos sofas o sillas o......) Soñar es gratis no?
ResponderEliminarPor lo que veo me he perdido unos cuantos posts tuyos muy interesantes, pero me quedo tranquila porque veo que sigues en tu linea de perfección y buen hacer sin perder la sonrisa.
Me alegra que puedas respirar un poquito, como te dije una vez buenos profesionales hay pocos, y profesionales-artistas como tu hay menos, con lo cual tu magnífico trabajo tiene que traerte muchas satisfacciones aún.
Un abrazo amigo
Clara,me ha encantado ese "que bien lo pasas Pedrito...¡...", aunque Pedrín hubiese estado mas acertado, je, je, je. Clara, mi amiga Lola ha abierto una tienda en Malaga de este estilo, pero "tirando" mas de reciclado o recuperación que de articulo nuevo. Tu tienes la cualidad de recuperar y de crear...., por tanto, si abrieses esa tienda sería como abrir a la calle tu corazón y tus sentimientos mas autenticos.
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