Observo la fotografia y me doy cuenta de que solo con esas imagenes podemos congelar el tiempo, solo con esos recuerdos en forma fisica tenemos una referencia fuera de nuestras neuronas de lo que fuimos, de lo que pasamos, de nuestros padres, de los momentos que desde luego no regresarán, de nuestra infancia o de nuestra juventud. De otros tiempos en los que habia trabajo y la familia de tapiceros trabajaba junta en un mismo taller y bajo un mismo techo.
Casimiro, el padre de los hermanos Castillo, se jubiló, es algo que ocurre cuando cumples los 65 años, bueno, ocurria hasta ahora, de ahora en adelante jubilarse podría convertirse en un lujo.
Javi también dejó la tapiceria familiar y ya solo quedan Jose y Jorge, para encarar esta brutal crisis y para mantener el nombre de Tapizados Castillo donde siempre ha estado, sonando con fuerza y recorriendo las calles de Valencia con la Peugeot blanca rotulada con ese mismo nombre "Tapizados Castillo".
Eran otros tiempos...., y vaya como suen esta frase, nos movian otras ilusiones y otras pasiones, como el frontenis. Tanto amaba la familia Castillo este deporte que incluso lo incluyó en forma de guiño en la rotulacion de la furgoneta. Bajo la segunda A de Tapizados surgia una pelota de frontón que dejaba el rastro del rebote en la franja roja, el la rubrica del clan de tapiceros.
Pero pese a esta crisis, aún siguen tapizando o confeccionando fundas a medida, restaurando o de vez en vez, tapizando algun modelo nuevo.
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