Jutta regresó de su estancia en Boston y el domingo y el lunes pasado estuvimos trabajando en sus sillas de metacrilato, esas peculiares sillas que eran capaces de albergar en su interior a la mitica Thonet. Ese icono del diseño del siglo pasado que regresaba a los escenarios de danza como un espectro luminoso "tallado" con laser sobre la superficie del plexiglass.
Jutta trabajó sin descanso, tiñó, lijó, cortó y atornilló el metacrilato a los perfiles de madera que conformaban una tercera silla, de corte clasico, sencillo y simple, de lineas básicas.
Han sido dos días muy intensos, yo preparaba tres sofás y Jutta trabajaba sobre mi mesa de montaje, comia galletas de chocolate y de vez en cuando se limpiaba el polvo con la pistola de aire, resoplaba y a veces me miraba y sonreia. Incluso llegamos a subir a casa y a comer lentejas con mi madre y mis hermanas, se que Jutta se habria echado una siestecita, pero volvimos a bajar al taller, sus sillas tenían que estar para hoy..., y Jutta cumplió, ahora mismo estoy terminando de montar mis tres armazones y siento una extraña soledad, como cuando los patios de los colegios enmudecen, como cuando las casas quedan vacias.
Así que te has echado una oficiala... se acabaron las horas de taller solitarias... eh, Pedro? ;)
ResponderEliminarUna oficiala de primera, Tapestry, esta tarde-noche se ha presentado en el taller y me ha hecho hacerle una base curvada para la silla de 2,40...., se balanceará..., esta Jutta me hará volarrrrrrrrrrr
EliminarJeje... ten cuidado que no estamos para muchas ostias (y más en las alturas ;)
EliminarQue mujer más apañá!!Y artista,la silla thonet es genial.La próxima vez que venga,no la dejes salir!!
ResponderEliminarEsta casada Oscar...., cuando estoy con ella cuelgo el arpón en el despacho y el cinto de `pistolero en el respaldo de la silla...
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