Mansiones en las que el lujo es extremo, palacios y villas de millonarios, de actores, de empresarios... de personas que parecen vivir en otro planeta, en otra dimensión y rodeados por el exceso, por la ostentación, por lo barroco... pero el esqueletero solo tiene ojos para las piezas tapizadas, por eso sonríe sorprendido al descubrir un autentico icono en una de esas casas solo para ricos, en una de esas casas en las que uno se siente por encima del resto de los plebeyos, por encima de las personas que compramos ese tipo de revistas.
Y si, los ojos del esqueletero solo se alegran cuando se recrea observando al galgo inmóvil en el salón, o cuando descubre el sillón Club de piel que recuerda al Bugati, bajo el techo del palacio, le encanta descubrir a la The Chair en otro de esos pisos, menos ostentosos, pero que rezuman clase y estilo, quizás mas próximos a los hogares que el esqueletero conoce... se detiene en esos salones y también ante la foto de ella y del portero de color, es una imagen que le hace pensar en las clases, en las relaciones entre los humanos, pero se encoge de hombros, realmente la evolución y la Selección Natural nos ha hecho así, distintos entre nosotros, por eso hay personas que compran la revistas y suspiran por esas mansiones, por las piscinas, por los inmensos salones, mientras que el esqueletero suspira ente la imagen del "Ox", ante esa pieza tan especial del danés y tan rara de ver incluso en la revistas de decoración... solo para sus ojos, solo para mis ojos.
A mi tb me gustan mas los únicos detalles, que los conjuntos lujosos
ResponderEliminarUn saludo
Hola Dana, pues asi es, cada persona tiene ojos para sus pasiones aunque para otras pasen desapercibidas.
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