Imágenes creadas con un ratón, impulsos eléctricos que recorren una pantalla, que colorean y perfilan, a veces líneas imposibles, a veces perfiles que en la realidad se desdibujan y que me confunden, patas que no se sujetan en ninguna parte y medidas quizás excesivas para un diseño grácil y aéreo... me encojo de hombros y busco un ratón que corte las plantillas, que corte los tablones, que tornee las patas... pero pasan los minutos y mis manos se convierten en ratones, mi cabeza en una especie de impresora en 3D que juega con las neuronas para crear una imagen que surgirá real, más allá de la pantalla, más allá del render, distinta pero real.
Estimado Pedro Bonache, he visto a detalle su trabajo y me ha inspirado a seguir este camino, lamentablemente en mi localidad no hay talleres en los cuales pueda aprender este arte, alguna recomendación para aprender de este mundo del esqueletaje?
ResponderEliminarHola Civerangel, agradezco tus palabras aunque debo decirte que este oficio no se enseña en la formación profesional, la única forma de aprenderlo es trabajando en algún taller de esqueletaje...lo cual también es complicado.
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