Era mujer, era sueca, se llamaba Kerstin H Holmquist y ella diseñó el paraíso a mediados de los años 50.
La colección se llamó Paraíso y sus piezas fueron un sofá curvo, el Paraíso y dos curiosas butacas bautizadas como Adam y Eva, al tiempo creó un taburete llamado Hoja de Parra.
Las piezas destilan ese aire típico del estilo danés, tapicerías apretadas, ceñidas a los armazones, botones que terminan de aprisionar las telas pero sin hundirse, sin provocar esos cráteres que recordarían demasiado al ostentoso capitoné tan en boga en los últimos años.
Observando los modelos me sorprenden las patas, algo curvadas, algo vueltas, pero tímidas casi como todo el conjunto, quizás llama la atención las caderas marcadas en la Eva o puede que sea la insinuación del busto femenino... no lo se, pero desde luego me gustaría recrear una de ellas, Eva....
que bella historia , gracias por compartir esta info. slds
ResponderEliminarMe alegra mucho que te haya gustado la historia... es historia del mueble y de las mujeres. Un saludo, Pedro.
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