“Tirada de brazos
delante, detrás a escuadra…” escribe mi padre, oigo su voz respondiendo a la
pregunta que solo suena en mi mente, ¿estos brazos como irán…? me parecen ver sus manos retorciendo el hilo de palomar o escribiendo sobre el cartón que se ha impregnado del serrín posado en el
durante más de una década. Con su caligrafia vigorosa y elegante, intensa,
meticulosa, con garra, con una energía que incluso calentaba los pomos de la “universal”,
yo sentía ese calor en mis manos cuando él se apartaba y me decía.
- Ya has visto como
lo hago, hazlo tu.
Entonces es cuando sentía
ese calor, cuando sujetaba los pomos de baquelita para mover las palancas que
desplazaban el carro de la broca solidaria al eje de la máquina… y ahora mismo
creo percibir esa intensidad, esa pasión en las plantillas, solo papá pudo
hacerlas, entonces el pasado es real, los recuerdos son realidades pasadas, vividas, aunque nuestra
mente se centre en el ya, en el presente, en cada minuto, en cada inspiración.
Precioso el Topolino y tú recuerdo.
ResponderEliminarSi... los recuerdos y el pasado impregnan el taller.
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