En ébano negro y pulido, ensamblado a la tapicería con tornillos dorados y de ranura, telas claras atrapadas entre las líneas de la madera africana, quizás, puede ser o es de nuevo mi imaginación pero las patas me recuerdan a las extremidades de los veloces mamíferos africanos, a las gráciles gacelas... no se en que se inspiró Ponti al diseñar esta pieza para el Hotel Parco du Principe en 1964 pero lo que si se es que a mi me ha resultado muy ilusionante recrear esta misteriosa pieza que no aparece en ninguna de las fotografías que existen del hotel. No se cuantas se fabricaron, no se si aún están en alguna suite del hotel, solo se que aparecen en paginas de subastas y que se cotizan como autenticas joyas.
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