Aquellos muros encerraban unos solares abandonados durante décadas y recuerdo que de niño nos colábamos por algunos boquetes abiertos en ellos y jugábamos entre los cascotes aunque siempre terminábamos asomados a la acequia, al tramo que discurría sin cubierta. Arrojábamos algunas piedras y alguien contaba la historia del niño que fue tragado por esas aguas que desaparecían tras un muro, recorriendo la ciudad entre sus entrañas. En aquellos muros aparecía de vez en cuando alguna pintada con spray negro, de protesta y contra la dictadura de Franco... era un lugar marginal en el que no me encontraba muy agusto pero decidí que era un lugar ideal para fotografíar al B-160 Classic número 63.
Por la acequia apenas si corría agua y de las pintadas con spray negro no quedaba ni rastro. Los murales cubrían el ladrillo o el enlucido y las altas hierbas habían sido segadas, el sol de agosto las había secado hasta privarlas de la clorofila, hasta volverlas doradas y brillantes.
Un entorno urbano que me recordaba a los llanos castellanos, solo que sobre ese pasto agostado se alzaban las fachadas traseras de unas viviendas que mostraban su caras menos atractivas, las caras ocultas de las ciudades, la miseria de los solares, las heces secas de animales y humanos sin techo y también el arte de unos jóvenes que usaban aquellos muros y aquellas paredes como pétreos lienzos.
Hi
ResponderEliminarBeautiful chair frame and the graffiti too.
Best wishes from Malaysia
niza
Thank you very much for your comment. I dont speak english.
EliminarNo hay problema.
Eliminar(yo uso el traductor de Google)