Hasta el momento tan solo habia gruñido, tan solo se alzaba sobre las patas traseras o removia el serrín del taller, pero hoy le he mirado fijamente y con menos miedo, no se cuanto tiempo he sido capaz de mantenerle la mirada, pero creo que ha sido el suficiente para saber que había llegado el momento de decidir, ha sido entonces cuando me ha lanzado el zarpazo. Pero el cerebro primigenio ya habia decidido por mi, unas decimas de segundos antes de que yo viese esas uñas enormes muy cerca de mi cara..., he retrocedido apartando la cara y me he encaramado en su espalda, le he apretado el cuello hasta que he notado que ha dejado de revolverse y de resoplar, aunque su corazón encabritado seguía latiendo.
Ha sido en ese momento, contemplandolo así cuando he podido darme cuenta de sus proporciones, cuando he podido observar de cerca esas enormes uñas que después he aprisioando con los gatos.
y yo que ya hace unos dias pensaba que le fiera estaba domesticada jajaja.Y parece que todavia saca las uñas y ataca.
ResponderEliminarUn saludo
Eyyy Dana...¡¡¡, ¿domesticada...?, nooo, me he atrevido esta mañana a primera hora y bueno, parece que, arañazo incluido, je, je, je..., ya va saliendo.
EliminarQue peligroso es ese oso (jo, un pareado). Ya va entrando en razón, solo había que esperar su momento. Por lo que se ve vas ganando la batalla.
ResponderEliminarAbrazos Pedro
Hola Clara, espero que al final quedemos como amigos el oso y yo..., hay que ver Clarissss........., quien me iba a decir que iba a acabar tratando de replicar estos iconos del diseño...,
EliminarUn abrazo para ti también Clara..., pero con las uñas retraidas, je, je, je.