Julian y Jose me llaman para que le tire unas cuantas fotos al humilde tresillo, que ya está listo para devolver a la clienta.
Y frente a las nuevas oficinas municipales, el tresillo parece crecerse ante la moderna arquitectura y su tela roja, casi magmatica y sus dibujos perfectamente casados, desafian a las moles cuadradas, a esos inmensos cubos acristalados que parecen mirar desdeñosamente a los restos de ladrillo visto de la antigua carcel modelo de Valencia.
Pero en algun momento de la sesión fotografica, móvil en mano, alguien nos silba desde la tapicería, son los otros, los otros muebles que habitan en el curioso universo de los dos hermanos y que también quieren posar para la eternidad.
Una mariantonieta, vestida de vaqueros y declarada en rebeldía, ahora, ya en la vejez, una estilizada butaquita, de cintura imposible y de huesudos hombros que sin saber porque me recuerda a la silueta de Audry Herpur, un balancín salvado del contenedor, que oscila sonriente, casi sintiendose distinto a las dos butaquitas, incapaces de moverse por si mismas, a él,, el mismo viento de levante lo puede mecer, incluso hacerlo murmurar cuando la madera chirria.
Vaya pase de modelos, menuda puesta en escena "de categoria nano". El tresillo de humilde nada, ha quedado precioso, y que decir de las otras tres originales y rejuvenecidas piezas....francamente, un placer conocerlas.
ResponderEliminarTambién veo que alguien se dedica a crear, reciclando latas y botellas de plástico y lo que mas llama mi atención son esas tres butaquitas de colores ¡que ingenio por Dios!
Hala, que me voy a comer.
Saludos a todos los artistas.
Y te fijas bien, Clara. El artista de las latas es Jose y la verdad es que el trabajo que hace con las botellas de plastico también es interesante...,incluso encierra palmeras en botes de cristallll.¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
EliminarDesde luego es una tapiceria muy peculiar y con un gran aporte de imaginación y creatividad.
EliminarUnos trabajos perfectos, como siempre incluso las palmeras. Menos mal que alguien salvo la vida al guaperas balancin, con lo que me gusta a mi.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Dana, pueste digo ha sido el mismo Jose, que es el artifice de las palmeras, el que salvó al guaperas del balancín.
EliminarMe alejo unos días de estos lares y qué descubro?? luchas con un enorme oso (casi le oí respirar, tengo que decir :=)), palmeras embotelladas en el mediterráneo (como si tuvieran que salvarse de alguna catástrofe), tapizados y esqueletos imponentes frente a una cárcel de funcionarios...
ResponderEliminarMe gusta tu mundo y sus habitantes.
Je, je, je, Lomanú, si, en este variopinto universo hay de todo.....,por cierto, muy buena frase esda que reza de la sigyuiente guisa " frente a una carcel de funcionarios...........", ah y las palmeras estan embotelladas para salvarse del picudo rojo, je,je, je.
EliminarY a mi me gusta que vengas por aquí......, por cierto,creo que te vi.....
Menuda colección, qué orgullosos deben sentirse los tapiceros, la verdad es que una buena tapicería es como una operación de cirugía estética.
ResponderEliminarMe quedo con el balancín, por pura envidida. Tenía en casa uno de mi madre en el que balanceé millones de veces a mi hijo cuando era un bebé... la carcoma se lo comió, al balancín, no al niño.
He estado leyendo tus posts anteriores. Estos días ando mal de tiempo para pasearme por los blogs amigos. Pero así me encuentro con buenas sorpresas, como tu papá oso, que te ha dejado heridas, pero también un gran triunfo. ¿Publicarás cuando esté terminado? Por favooorrrrrr.
Un abrazo fuerte.
Hola Julia, me ha encantado la aclaración sobre las carcomas-devora-bebes..., je, je, je. Veo que el balancín se lleva todos los agasajos y si se sumas esa tela clarita y simpatica...., pues a balancearse toca.
EliminarJulia...., si puedo pedoré que me enseñen la piel de oso...., es que se va a Sevilla.
El tresillo tiene un original y atractivo diseño, la labor del tapicero es estupenda, pero para mi gusto había preferido un terciopelo verde-musgo o gris oscuro.
ResponderEliminarTambién, lo que más me gusta es el “alegre” balancín.
Un abrazo!
Marga, mira lo que es el apego a las cosas. La clienta casi que escogió la misma tela que ya tenía, pero vieja y desgastada, obviamente. Un rojo vivo e intenso. Por cierto, al final también les pidió "funditas" para los brazos y el cabezal, pero no de ganchillo, je, je,je, de la misma tela, pero en la gama lisa.
EliminarY otro abrazo para ti, Marga...¡¡¡¡