El Win Chair de Grant Featherston fue un sillon atrevido, osado y audaz. Fue capaz de vencerse, de inclinarse hacia atrás y de separar sus brazos con si todo él fuese un ente organico que se abriese liberando una atmósfera de calma y placidez, creando un ambiente envolvente y acogedor, como tentadores pétalos, como una flor abierta y entregada al sol.
El Wing Chair se elevaba, se alzaba y coronaba esa cumbre con un copete amplio y curvo, creando una amplia orbita que se abria más allá de una patas traseras que el diseñador australiano llegó a proyectar por fuera de la propia estructura, buscando un apoyo para su creacion, algo que lo mantuviese desafiante y en un equilibrio inquietante.
Mi version, es menos extrema, el hijo del Wing Chair pierde la valentia de su padre, pierde su osadia y su atrevimiento y sonrié con unas dimensiones mas dulces y mas timidas.
No tiene ese altura de vértigo y sus reposabrazos se cierran como una timida flor que busca el roce de quien la elige para reposar, pero que no oprime ni agobia.
El hijo del Wing Chair es generoso y crea un regazo de formas suaves, al tiempo envolvente y abiertas, te invita a sentarte erguido o a cruzar tus piernas como un jovenzuelo que escucha las historias que el propio Wing Chair le cuenta, las mismas que su padre le contaba desde Australia, su origen, allí donde nació Grant Featherston.
Pura poesía para describir éste trabajo. ...seguro que el hijo es digno hijo del padre artista que lo ha fabricado.
ResponderEliminarEsa Mariajosé, que mas que responder hilvana versosssss........, M.J,...., parece que el hijo empieza con buen pie, aunque la sombra de Featherston es alargada.
EliminarGracias Pedro, por un post tan bonito y un sillón tan especial, ahora si que estoy en el país de las maravillas��
ResponderEliminarEs un honor tener a Wing Chair Junior en mi humilde tienda. No podía ser más bonito el sillón que viene a inaugurar nuestra relación comercial (espero que fructífera y duradera). Tiene el sabor de lo clásico de calidad y el puntito exacto que lo hace tan actual. Esa mezcla de hierba y mostaza sobre sus patitas finas.
ResponderEliminarGracias Pedro. Espero que el público que lo va a contemplar sepa apreciarlo en lo que vale
Alicia y Alicia....., por las dos Alicias, para mi tambien es un orgullo poder compartir vuestro espacio y mas sabiendo que todo empezó con mi visita y sin conocernos, Es hermoso poder conectar así con las personas y poder compartir...., me encanta esa descripcion "mezcla de hierba y mostaza..." y desde luego Alicia, tu coment "ahora si que estoy en el país de las maravillas...", es de lo mas hermoso que me han dicho nunca....,por cierto, durante los dias que lo he tenido en la carpinteria he disfrutado de sentarme en él a hablar por telefono o contemnplar las musarañas. Graciassssss...¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
EliminarDe tal palo tal astilla, dice el refranero español. Así de bien ha salido también el hijo, adaptado a su tiempo y al espacio que hay ahora mismo en la casas, no, como seguramente contaba su anciano padre en las llanuras australianas.
ResponderEliminarMe pido uno para los próximos Reyes :-)
Como siempre, Eva y sus comentarios ingeniosos...., y así es, de la salvaje Australia a la descafeinada Europa, por cierto, me encantaria hacerte uno para Reyes.
EliminarDesde luego,poco imaginaba Featherston que su Wing chair iba a tener un hijo 60 años después...en las mismas antípodas!Seguro que hubiese sonreido.
ResponderEliminarQue bueno Oscar, fue dificil encontrar un resto con el ADN de Grant..., tuve que hacer como en Parque Jurasico....,mirar el Wing autentico y componer su genoma usando la imaginación............, y salió loque salió.Por cierto, en el programa "Hable con ella" usan los R-160 (replicas chinas), viendolos así me doy cuenta de que me alejé bastante del original.
EliminarEs verdad,pero para copiar ya están los chinos.Y siendo así,tampoco tiene mucho sentido hacer lo mismo.
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