- Es ver la silla ahí arriba y vuelvo a escuchar los lloros de aquella mujer -confiesa Julian cuando le pido que baje la número 14 para echarle un vistazo, despues de haber escuchado la historia de esa clienta- se la encontró en la basura y nos la trajo que para que le arreglasemos la rejilla, con lo ilusionada que estaba..., el cancer de los cojones le mató al hijo.
Me sería facil ver a la Thonet como una huerfana que le sonríe a ese matrimonio que se la va a llevar a casa, me sería facil creer que la Thonet nos sonrie porque le hemos quitado el plastico que la asfixiaba, me sería facíl imaginar un dialogo entre ella y nosotros, quizás diria que nos agradecia profundamente el haberla salvado y puede que también nos preguntase por esa mujer que la llevó allí, a la tapiceria de los hermano Gomez, esa mujer que se olvidó de ella ahogada por el llanto y por el dolor, incapaz de superar la muerte de su hijo.
Es posible que al escuchar nuestra respuesta nos pidiese que volviesemos a cubrirla con el plastico y que la dejasemos allí arriba, mirando hacia la puerta por si algun día ella volviese, para poder verla.
Y Julian vuelve a cubrirla con el semblante serío de quien sabe que tiene la obligación de moral de velar por esa huerfana, de cuidar de ella y de guardarla hasta que esa mujer regrese, hasta que esa mujer vuelva a recuperar la ilusión y la alegria de tener una Thonet auténtica y genuina, como su vieja etiqueta nos demuestra.
A veces, los tapiceros son algo mas que tapiceros, en sus locales atesoran objetos llenos de recuerdos y de emociones, son guardianes de sentimientos, fieles depositarios de pedazos de las vidas de sus clientes, de sus recuerdos, de sus vivencias.
Algo triste tu historia de hoy, recordando que la vida tiene también, paginas tristes.
ResponderEliminarAdemás, me acordó el comentario de Vicente B.I.: "...los muebles nos hablan en las habitaciones cerradas cuando estamos a solas con ellos, en momentos críticos de nuestra existencia. En fuerza de mirar las cosas inanimadas y los seres de vida rudimentaria, acabamos por poner en ellos una parte de nosotros mismos, con los ojos y con el pensamiento. Luego, cuando las emociones nos empequeñecen y necesitamos consejo o auxilio, este mundo familiar y al mismo tiempo extraño nos devuelve de golpe el préstamo que le hicimos, día a día".
Mil abrazos!!!
Marga, Marga, Marga....., una cita genial para este post y encima de Blasco Ibañez...., ¿que mas se puede pedir en un comentario...?, algo mas si se puede pedir...., que nunca dejes de venir por aquí,Marga.
EliminarJodo Marga... a ver quien comenta ahora... ;)
ResponderEliminarPor mi parte Pedro, una bella historia a pesar de los pesares.
Un abrazo.
Tapestry, es que Marga es así,una mujer culta, dulce y llena de sensibilidad...., una mujer en plenitud.
EliminarComo exageráis, amigos míos!!!
EliminarFue el relato de Pedro que me hizo recordar el texto de Blasco Ibáñez. Además, coincidió con ciertas circunstancias personales y me hizo sentir que aquellos “guardianes de sentimientos, fieles depositarios de pedazos de vida” hablan en los momentos que necesitamos consejo o auxilio.
Abrazos a los dos!!!
Y lo vuelves a hacer Marga, dejarnos mudos....
EliminarAsín es Pedro, esta mujer nos desarma en dos patadas...
EliminarExtiendo ese abrazo ;)
Pedro los tapiceros irrumpimos en las casas y las vidas de las personas.De forma muy breve pero también muy cercana.Y para bien o para mal,nos cruzamos con sus historias.A veces felices y otras tristes.Por desgracia no es la primera pieza que se queda indefinidamente en un taller por estas circunstancias.
EliminarLa cita de marga me ha conmocionado.Preciosa.
Ya lo comentamos una vez Oscar, que antaño las familias tenían "su tapicero", parece que siempre implicaba algo mas que una mera relación comercial, y estas anecdotas así lo demuestran y de Marga que vamos a decir....?, es una mujer que embelesa...,creo que hoy tomaré café con ella.
EliminarOscar, un abrazo..¡¡¡